Falta de deseo, poca lubricación, dificultad para tener un orgasmo, sentimientos de culpa, vergüenza por tu propio cuerpo, dolor con la penetración, sequedad vaginal, dudas acerca de la eyaculación femenina, miedo al dolor…muchos son los motivos por los que una mujer puede acudir a una sexóloga.
Tu sexualidad es tuya. Conocer tu sexualidad te va a empoderar y a enriquecer. No sólo desde una perspectiva sexual, sino que vas a crecer como mujer toda tú: sexual, emocional y psicológicamente.
La sexualidad femenina ha estado en el olvido mucho tiempo, considerándose como un pecado. Ahora, poco a poco, vamos recuperando lo que siempre nos ha pertenecido: nuestro placer.
Si quieres mejorar o trabajar algo acerca de tu sexualidad, dispongo para ti de consultas de asesoramiento sexológico y terapia sexual y puedes preguntarme sin compromiso lo que quieras.